Mujer desnuda y bajo efectos de hongos alucinógenos atacó a pasajeros del aeropuerto en Santiago
En una escena que más parecía sacada de una película surrealista que de la vida cotidiana, el Aeropuerto Nuevo Pudahuel de Santiago se convirtió en el escenario de una inusual y preocupante situación en las primeras horas de la madrugada de este viernes.
Cerca de las 2:00 a.m., una joven de 29 años llegó al terminal aéreo gritando, marcando el inicio de una secuencia de caos y confusión. Desnuda y visiblemente alterada, la mujer irrumpió entre los pasajeros con gritos que resonaban en el silencio de la noche.
En videos que rápidamente se difundieron en redes sociales, se pudo observar a la joven intentando besar a algunos hombres y agrediendo a mujeres que se cruzaban en su camino. La situación alcanzó su punto más crítico cuando tomó del pelo a una mujer, arrojándola violentamente al suelo. Se informó que el acompañante de la víctima respondió con agresividad hacia la atacante.

Testigos del caótico episodio alertaron a Carabineros, cuyos efectivos acudieron para controlar la situación. La detención de la joven, no exenta de resistencia, marcó el fin de una serie de acciones que dejaron perplejos a quienes fueron testigos de este inusual incidente.
Una vez bajo custodia, la protagonista de esta escena surrealista ofreció una explicación que añadió más capas de desconcierto a la situación. Según informó Emol, la mujer relató a Carabineros que momentos antes participaba en una fiesta en Barrio República y había consumido hongos alucinógenos, lo que, según sus palabras, la llevó a perder el control de sus acciones.

La joven, en su confuso relato, manifestó que en un estado alterado decidió dirigirse al aeropuerto para ver a su madre, tomando uno de los buses que conectan la ciudad con el terminal.
A pesar de la gravedad de los hechos, la Fiscalía optó por dejar en libertad a la protagonista de este extraño episodio, aunque quedó apercibida. El incidente, que mezcló desnudez, violencia y sustancias psicotrópicas, deja abierta la incógnita sobre la seguridad y control en lugares públicos, y plantea preguntas sobre cómo abordar situaciones derivadas del consumo de sustancias psicoactivas en espacios de tránsito tan importantes como un aeropuerto.