El perfil del inversionista de Cap Cana, desde una voz autorizada

Por CanalPaís | Negocios

Cap Cana no solo se ha consolidado como uno de los desarrollos inmobiliarios más exclusivos de República Dominicana, sino también como un territorio que define con claridad el perfil de un inversionista exigente, de largo plazo y orientado a la calidad de vida. Así lo plantea David Martin, CEO de Zoemar Group, una de las firmas desarrolladoras con presencia activa en el segmento residencial de alto estándar.

Con más de una década viviendo en el destino y una trayectoria ligada directamente a su evolución, Martin ofrece una mirada desde dentro sobre qué busca hoy quien decide invertir en Cap Cana y por qué proyectos como Core y Galia se han transformado en puertas de entrada atractivas dentro de ese ecosistema.

“Yo estoy muy vinculado a Cap Cana desde los inicios, desde que llegué a República Dominicana. Para mí es como mi casa. Llevo ya trece años viviendo en Cap Cana y conozco muy bien el producto y el perfil del cliente. Por eso los primeros desarrollos los hicimos allí.”

Para el ejecutivo, el concepto de lujo ha cambiado. Ya no se trata únicamente del diseño arquitectónico o de las terminaciones, sino del entorno completo en el que se inserta un proyecto.

“Cuando hablamos de lujo, el lujo ya no es solamente el proyecto en sí, sino el entorno donde se ubica. Un proyecto se puede construir en cualquier parte del país, pero lo que realmente le da valor es el lugar donde está emplazado. En ese sentido, el lujo va directamente asociado a Cap Cana.”

Martin define a Cap Cana como una ciudad planificada, capaz de ofrecer diversidad residencial y servicios integrados, lo que permite al inversionista crecer sin salir del mismo territorio.

“Cap Cana, para mí, es el mejor residencial que existe en República Dominicana, principalmente por la diversidad que ofrece. Funciona como una ciudad planificada: tiene apartamentos, villas, terrenos, hoteles, playas, campo de golf, áreas ecuestres, parques temáticos y todo tipo de servicios dentro de un mismo recinto. Por eso se le conoce como una ciudad destino.”

Esa estructura urbana explica por qué el inversionista de Cap Cana suele pensar en etapas: entrar, conocer, consolidarse y luego escalar.

“Eso permite que una persona pueda empezar con una inversión más accesible y, con el tiempo, ir evolucionando dentro del mismo entorno. Uno comienza con una primera propiedad y, a medida que conoce Cap Cana, cómo se vive, cómo funciona, decide cambiarse a algo más grande o más cercano al mar. Cap Cana te permite crecer sin salir de la ciudad.”

El estándar también impone exigencias claras, tanto para el desarrollador como para quien compra.

“El cliente de Cap Cana es un cliente exigente. Desde el momento en que entra al residencial, ya tiene una expectativa muy clara del nivel que se debe entregar. Por eso, como desarrolladores, nuestra responsabilidad es estar a la altura del entorno.”

Parte de ese estándar se refleja en normas internas que priorizan la tranquilidad y la convivencia.

“En Cap Cana está prohibido el uso de motocicletas, no solo por el ruido, sino también por la seguridad. No importa si eres propietario de una villa de varios millones de dólares: no puedes tener motocicleta. Eso asegura tranquilidad, orden y calidad de vida.”

Desde esa lógica, Zoemar Group ha desarrollado proyectos como Core y Galia, que forman parte de su catálogo en el segmento residencial y responden al mismo enfoque de largo plazo.

“En cuanto a nuestros proyectos Core y Galia, el enfoque ha sido exactamente el mismo: pensar en el largo plazo. No se trata solo de construir edificios bonitos, sino de crear proyectos que se mantengan en el tiempo, que se valoricen y que tengan una convivencia sana.”

Ambos proyectos han permitido el acceso a Cap Cana y su entorno con rangos de inversión competitivos dentro de un mercado de alto estándar.

“En términos de inversión, Core y Galia han permitido que muchas personas entren al mercado de Cap Cana y su entorno con valores que parten por debajo de los 300 mil dólares, lo que ha sido muy atractivo para inversionistas que buscan una primera propiedad en un entorno de alto nivel.”

La demanda, según Martin, ha sido sostenida y mayoritariamente internacional.

“Hoy quedan muy pocas unidades disponibles, porque la demanda ha sido alta, especialmente de clientes extranjeros que buscan invertir ahora para vivir más adelante.”

Finalmente, el CEO de Zoemar Group subraya que el verdadero valor de un proyecto inmobiliario no se juega en la venta, sino en lo que ocurre después.

“El valor de estos proyectos no está solamente en el precio de entrada, sino en el servicio posterior. Lo más importante no es vender, sino qué pasa después de la entrega.”

Una visión que resume con claridad el perfil del inversionista que hoy elige Cap Cana: informado, exigente, orientado a la estabilidad y convencido de que invertir bien es pensar a largo plazo.